A propósito de los videojuegos y de los juegos de azar, de tanto en tanto se destacan los riesgos del juego. Pero las personas también saben, o intuyen, que hay algo valioso en el juego. ¿Por qué es importante jugar? ¿Es solo una forma de pasar el tiempo? ¿Es sola cosa de niños? Estas son algunas de las preguntas que brevemente intento responder en este texto.
Los niños mucho antes de hablar ya pueden jugar. De hecho, el juego es un modo de interacción del bebé y los adultos esencial para el desarrollo de su pensamiento y del lenguaje. Mediante los gestos, los sonidos y las sensaciones corporales en el juego, los niños van desarrollando su capacidad para comunicarse. Cuando una madre juega a esconderse tras una manta, un bebé de meses llora porque quien le proporciona protección “desapareció”. Cuando la madre reaparece, el niño sonríe y, luego de algunas repeticiones, empieza a entrar en el juego y a disfrutarlo. El niño va aprendiendo que algunas acciones u objetos pueden significar varias cosas. De esta forma, en el juego, los niños “van dando sus primeros pasos” hacia el pensamiento complejo y abstracto.
La interacción juguetona o lúdica entre el bebé y sus padres o los adultos que le cuidan es muy importante para su desarrollo cognitivo y emocional. En general, las madres tienden naturalmente a jugar con sus bebés, pero, a veces, los padres lo hacen menos. Los papás deben saber que pueden ayudar al desarrollo de sus hijos desde los primeros meses de vida, no solo ayudando en los cuidados sino además hablando, cantando y jugando con sus hijos.
Cuando los niños están ya más grandes, en los juegos de roles (como cuando un niño juega a ser el médico y otro el enfermo) se estructura un escenario en los que los jugadores expresan sus ideas sobre los temas de juego y se dejan guiar unos a otros para aprender cosas nuevas. Este tipo de juego, llamado también socio-dramático, es parte del proceso de aprendizaje de habilidades sociales, sobre todo, comunicativas.
En la edad escolar, el juego colectivo contribuye al aprendizaje del respeto de las normas. Además, en el juego y los deportes cada uno al asumir un rol, desarrolla consciencia de sí mismo, y al considerar a los otros jugadores, aprende a trabajar en equipo. Hace pocas semanas en muchas escuelas de Japón se realizó el “undokai”. Con solo un poco de análisis queda claro que esta actividad escolar busca, en buena medida, desarrollar el sentido de colectividad, involucrando a los estudiantes en una serie de juegos cooperativos. La pedagogía lúdica rescata la motivación del niño, a la vez que lo involucran directamente en la construcción de su propio aprendizaje. En este sentido, el juego se ofrece como una poderosa alternativa educativa, en la que el niño disfruta jugando – disfruta aprendiendo.
Dada su función relacional y comunicacional, el juego tiene un potencial terapéutico. La terapia de juego es un recurso para el tratamiento de personas con problemas emocionales. Es especialmente usada en la psicoterapia infantil, aunque también encuentra lugar en ciertas modalidades de terapias de adulto.
Se ha observado que eventos perturbadores son repetidos en el juego infantil, y que dicha repetición reduce la tensión. Los deseos y conflictos del niño en las diferentes etapas de su desarrollo se ven reflejados en el juego. Al jugar los niños “adquieren poder de super héroes”, lo que les permite en la fantasía dominar y encontrar alivio de circunstancias que en la realidad se experimentan como traumáticas o estresantes. El juego provee un contexto seguro para expresar estas emociones y lograr un sentido de control.
Teniendo presente los múltiples beneficios derivados de participar en juegos sociales, la invitación es a que padres e hijos, de todas las edades, encuentren tiempo para compartir y para jugar en familia. Cada uno disfruta de algún juego y hay de distintos tipos, por mencionar solo algunos: juegos de mesa, juegos de palabras, juegos deportivos y juegos electrónicos. Hay actividades emparentadas con el juego que comparten el aspecto imaginativo y alegre: la fiesta, el festival, el teatro, el baile y el canto. Busque su juego, reúna a su familia y a jugar.
Texto orginalmente publicado en Revista Latin-a